Sopa de ajo

Sopa de ajo

Sopa de ajo o sopa castellana, perfecta para el frío invierno.

INGREDIENTES:

50 ml. de aceite de oliva.
10 dientes de ajo.
10 rebanadas de pan duro.
150 gr. de jamón serrano cortado en tacos.
2 litros de caldo de carne.
2 cucharadas de pimentón dulce.
1 huevo por persona.
Sal y pimienta.

PREPARACIÓN

Quién nos mandará escribir este post a la hora de comer. ¡Somos masoquistas!

La sopa de ajo o “sopa castellana” es un plato sencillo, elaborado con ingredientes naturales y un estupendo reconstituyente que nos ayudará a calentar el cuerpo con la llegada del frío invernal (lo que no excluye que podamos disfrutar de ella durante todo el año), a lo que habría que sumar su carga emocional, pues a buena parte de nosotros nos traerá inevitablemente a la mente los potentes potajes y sopas preparados por nuestras abuelas con todo el cariño y con el saber hacer de incontables años de experiencia en la cocina.

Un plato cargado de recuerdos y de sabor que está al alcance de los cocineros experimentados y de los más novatos, ya que resulta tremendamente fácil de preparar. Para ello, empezaríamos por precalentar el kamado y estabilizarlo a unos 125 °C. Una vez estabilizada la temperatura, situaremos sobre la parrilla una olla o cazuela alta (el “horno holandés” de hierro fundido que comercializan distintas marcas de kamados podría ser un recipiente idóneo para este fin) con el aceite y doraremos los ajos previamente fileteados en rodajas no demasiado finas. Puede resultar obvio, pero es muy importante vigilar los ajos para que no se quemen, porque esto arruinaría por completo la receta. A continuación, se añade el jamón, se remueve durante un par de minutos para mezclar bien los sabores y se agregan las rebanas de pan, que voltearemos hasta que queden bien empapadas en el aceite aromatizado con ajo. Una vez hecho esto, se retira la olla del calor del carbón y se espolvorea el pimentón sobre el pan (los más valientes pueden usar pimentón picante en lugar de dulce si lo desean, o combinarlos). Se remueve todo hasta que la mezcla sea uniforme, se vuelve a situar la olla sobre el fuego del kamado, se rehoga durante otro par de minutos y se agrega el caldo de carne. Tras 20 minutos de cocción, se añade sal y pimienta al gusto (se recomienda probar antes el caldo, porque si echamos mucho jamón o éste es muy salado podría prescindirse de la sal) y sólo quedaría añadir un huevo por persona y dejarlo cuajar durante 2 o 3 minutos para tener lista una deliciosa sopa que, como se dice coloquialmente, podría resucitar a un muerto. ¡Que aproveche!

Sólo me queda una duda... ¿Cómo la harían tan buenas nuestras abuelas si no contaban con un kamado?. ¿Magia?

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