Exquisita pizza al más puro estilo italiano con el auténtico sabor pepperoni
INGREDIENTES
Masa:
200 gr. de harina de trigo.
4 gr. de levadura fresca.
120 ml. de agua tibia.
5 gr. de sal.
Sémola de trigo (para extender la masa).
Salsa:
2 cucharadas de aceite de oliva.
1 cucharada de mantequilla.
1/2 taza de cebolla picada.
1/4 taza de apio picado.
1 diente de ajo picado.
1 bote de salsa de tomate, o preferiblemente un vaso de tomate frito natural casero
2 cucharadas de queso parmesano rallado.
1 cucharadita de albahaca seca.
1 cucharadita de orégano seco.
1/2 cucharadita de sal.
1/2 cucharadita de azúcar.
1/4 cucharadita de pimienta negra.
1 pequeña hoja de laurel.
1 cucharadita de semillas de hinojo.
Relleno:
100 gr. de pepperoni.
200 gr. de queso mozarella rallado.
10 hojas de albahaca fresca, en rodajas finas
PREPARACIÓN
Salsa
Lo primero será preparar la salsa. Ésta se puede hacer en el propio kamado, abierto y con una sartén, o también puede realizarse en una cocina convencional. En una sartén grande, derrita la mantequilla con el aceite de oliva. Una vez esté caliente (¡pero que no se queme!), agregue la cebolla, el apio y el ajo y saltee hasta que estén suaves y transparentes, sin llegar a tostarse, ya que el sabor puede cambiar por el ajo requemado, principalmente. Añada la salsa de tomate ¡mejor si es casera evidentemente! y revuelva hasta que quede suave. Incorpore los ingredientes restantes que aparecen en la sección de ingredientes para la salsa y deje cocer a fuego lento durante unos 45 minutos, minutos arriba minutos abajo.
Masa
El secreto está en la masa... ¡y en cocinarlas en horno de cerámica!, o sea, en kamado.
Se echa en un bol la harina, se le agrega el agua tibia y se mezclan bien ambos ingredientes. A continuación se agrega la levadura desmenuzada y la sal y se mezcla todo bien dentro del bol hasta que todos los ingredientes queden bien integrados. Una vez hecho esto... ¡a amasar!. Lo mejor es hacerlo sobre una superficie plana y se amasará hasta que la consistencia sea elástica (recomendamos no lanzarla al aire a no ser que seas un experto, ¡pero puedes probar!) Si se pega en las manos es que aún hay que amasar más. Se unta el bol con aceite de oliva, se vuelve a depositar en él la masa y se deja reposar a temperatura ambiente durante aproximadamente una hora. Pasado ese tiempo, observaremos que la masa ha hinchado ligeramente, es normal (y hasta buena señal). Se esparce un poco de sémola de trigo sobre una superficie plana, se escoge la cantidad de masa que quieres en cada pizza (si te gustan las pizzas más grandes o más pequeñas), se coloca la masa sobre ella y se extiende con las manos o con la ayuda de un rodillo (ya sabes, "ese" rodillo). La sémola se adherirá a la masa y la hará más crujiente. Una vez dada la forma deseada, la más habitual es circular, pero puedes sentirte artista y hacerla con diferentes formas ¿un corazón, un árbol de navidad, o quizá algo más imaginativo?, tan sólo faltará depositarla sobre papel de horno, untar sobre ella la salsa y, a continuación, añadir el queso y distribuir sobre él las rodajas de pepperoni.
Horneado
Esta operación se puede hacer paralelamente a la pizza en sí. Puede ir encendiendo el kamado mientras la prepara, o si ha optado por hacer la salsa en el kamado, ya lo tendrá listo. Cuando el carbón vegetal adquiera una tonalidad gris clara, coloque el deflector y la piedra de pizza en el lugar adecuado. Lleve la temperatura hasta 190-200 ºC durante al menos 20 min. Una vez hecho esto, introduzca la pizza, hornee a 190-200 grados durante 7 minutos, gire la pizza un cuarto de vuelta y déjela cocinarse durante otros 7 minutos.
Es cierto, la pizza estará preparada en sólo un cuarto de hora. El trabajo es el previo. Pero ¿Quién dijo que hacer la mejor pizza italiana era rápido, cómodo y sencillo?
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