Lubina a la sal

Lubina a la sal

Lubina a la sal. Una receta fácil, sana y especialmente rica si se hace en kamado.

INGREDIENTES:

Una lubina de 1,5 kg.

2 kg. de sal gruesa especial para horno.

Agua.

Aceite de oliva.

PREPARACIÓN

El pescado a la sal, sea cual sea la especie elegida (lubina, dorada, pargo, besugo, etc.), es una receta tremendamente fácil de preparar en el kamado, muy saludable por su bajo contenido en grasas y un éxito asegurado si queremos obsequiar a nuestros comensales con un delicioso homenaje gastronómico.

En nuestro caso vamos a optar por la lubina, un pescado nutritivo y con un sabor refinado y suave que debemos comprar especificando al pescadero que es para su preparación a la sal, para que éste se limite a destriparlo sin abrirlo y sin quitarle las escamas. De este modo evitaremos que, una vez cubierto de sal, ésta entre en contacto directo con su carne y se produzca una absorción excesiva que estropearía el plato.

Por lo que se refiere a su elaboración en los kamados, ésta será idéntica a la realizada en cualquier horno convencional, pero ganará en sabor. Así, en primer lugar encenderemos el kamado y estabilizaremos la temperatura en 200 °C. Mientras alcanza la temperatura deseada, cogeremos una cazuela de barro ovalada y haremos en su fondo una cama de sal. Sobre ella situaremos la lubina, la cubrimos a su vez con sal y la humedeceremos ligeramente con agua (existen sales a la venta de sal húmeda específica para este tipo de platos) y presionaremos para compactar dicha capa. Es importante que no exista ningún agujero en la sal por el que pueda entrar calor excesivo. Hecho esto, tan solo queda introducirla en el kamado y esperar 30-35 minutos para tenerla perfectamente cocinada. Una vez fuera, retiraremos la costra de sal que se habrá formado, limpiaremos la lubina separando sus lomos y los serviremos añadiendo un chorrito de aceite de oliva virgen y una guarnición que puede consistir, en función de nuestros gustos, en unas patatas cocidas o asadas, unas verduras salteadas o un pisto, por poner algunos ejemplos.

En definitiva, nos encontramos ante una receta exquisita y que no admite excusas para animarse a cocinarla dada su sencillez. ¡Ánimo y a disfrutarla!

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